lunes, 28 de enero de 2008

Franklin Station


Untitled, Brooklyn, 2008

Franklin es un gran mentiroso, se ha pasado la vida inventando historias vividas en primera persona que jamás le tuvieron a él como personaje principal, tal vez como secundario, como testigo presencial o ni eso. Porque Franklin siempre está leyendo algún libro de aventuras mientras espera que un dólar le caiga del cielo.
A Franklin le das un dólar y te cuenta: si una bala entrase por la sien izquierda de mi cabeza no llegaría hasta la derecha, porque se diluiría en el medio de mi cerebro en medio de tanta imaginación acumulada. Después canta: no le tengo miedo a las balas si son de plomo, sólo si tú disparas, Mary Jane, oh Mary Jane, sólo si tú disparas y me matas Mary Jane, con tus balas de plata Mary Jane.

La bachata nació en NYC y después fue aceptada en República Dominicana, al principio no caló demasiado porque era irreverente, o eso dice Franklin; las canciones consisten en historias de desamor cantadas en primera persona por un memo dolido porque le han robado la novia o porque ella se ha ido con otro voluntariamente cansada de escuchar sus lamentos; vamos, podríamos decir que, salvando las distancias de ritmo y distorsión, un poco así como las letras de J para Los Planetas.

Si queréis que Franklin os cuente una historia le encontraréis entre el taller y la licorería en Bedford Ave. Le tenéis que dejar propina. Yo le di cinco dólares a Franklin para que se tomase una botellita de Wishky.

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